martes, marzo 10, 2009


…( su voz un horno de lunes )…
…con el vientre de hambre contraído

Y mientras me reconozco, os reconozco, comidos y hartos de indiferencia, sin nada que ofrecer a la esperanza de esa revolución del pan y el techo para todos. Mirada de supermercados, puestos a la venta a cambio de no mirar …( su voz de horno de lunes )…



REMOTA POSIBILIDAD

Julio Obeso


si un poco de comida
le llegase al hambre
unos mendrugos que dieran
mínimas volcánicas o fuerza
para hablar/ maldecir/ tejer una queja
(su voz un horno de lunes)
con el vientre de hambre contraído
no perdería tiempo en adivinar nombres
en culpar a la historia empecinada
pan para reclamar pan
ésa es la médula de la miseria
un bucle de brazos ocupados
y poca voz que alzar

(Del poemario "Y de pronto el hombre")

2 comentarios:

Julio Obeso González dijo...

Mi padre que no es hombre de muchas palabras, me sorprendió el otro día comentando este poema, desde su visión religiosa:"¿No es para llorar?
Me impresionó más que los via-crucis propiosde ésta época.
¿Podrán perdonarnos?"
Dificilmente nos perdonarán. La miseria es una de las peores infamias, porque podría ser de otro modo. Con el presupuesto destinado a defensa, es decir: A la guerra, de cualquier potencia EEUU, EUROPA, JAPÓN, se eliminaría el hambre en el mundo y se daría cobijo y futuro a la intemperie de estos desgraciados. Sí papá, es para llorar, lo mires con ojos creyentes o sólo humanos. Después de todos estos años he llegado a la conclusión de que no es tan distinto, si el compromiso es con el hombre.
Gracias Antonio por traer aquí este escrito. Mi abrazo hermano.
Julio

Antonio Martínez i Ferrer dijo...

Yo te digo, mi querido hermano en el dolor, que no merecemos ser perdonados. Pero desde mi insignificancia intento alzar la voz para que si alguién pasa y me escucha, sepa que el dolor persiste entre las torres de cristal y las autopistas interminables.

Un abrazo, Antonio.