martes, marzo 31, 2009



Un cayuco ha naufragado.
Alrededor de quinientos emigrantes han muerto ahogados.
Esa es la noticia.



quinientos

y el viento
relator con vientre de agua
se desvanece sin aliento

el sol
que dormitaba
en la piel del hambre africana
no tiembla

los abismos salados
ya no conocen las huellas

todas
en silencio
nos gritan sin miradas

una mano de nubes
se ha fundido en los horizontes

qué esperanza llevarán nuestras lágrimas
a los vientres
que esperan?

antonio martínez i ferrer






5 comentarios:

Abelardo Martínez dijo...

Sobran las palabras... mientras tanto, hoy en las noticias... Doña Rita sacaba pecho.. ya se han terminado los problemas, la crisis, el hambre, el paro... Para este verano tendremos copa américa y Formula Uno, decía... los valencianos ya podemos estar tranquilos.
Y algunos duermen a pata estirada por las noches. Sobran las palabras Antonio. Hasta mañana amigo.

Mónica Angelino dijo...

Que se puede decir de esto?
qué terrible que la indiferencia nos este ganando de este modo la carrera.

Qué bueno que aún algunos se atrevan a denunciar.

Un abrazo amigo.

Antonio Martínez i Ferrer dijo...

Mis queridos amigos, el drama es que la tragedia continua y no parece que se termine.

Un abrazo, Antonio.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

"los abismos salados
ya no conocen las huellas"

Me impacta este poema.

Sólo decirte eso, en concordancia
de tu dolor y el de muchos
ante la barbarie.

Un abrazo

V

Antonio Martínez i Ferrer dijo...

Mi querido Víctor me complace que el poema te agrade, ojala en el futuro no tengamos que señalar con nuestra palabra tales atrocidades.

Un abrazo, Antonio.