sábado, abril 25, 2009


La ablación.
Lengua de acero
con apetito de sangre.



II
El visitante de la sangre
olió la presa inocente.

Visitó la infancia,
para romper el vínculo
de la temprana gracia.

El primer rocío,
se ha perdido.

Que tristeza,
el peregrino de la claridad
no podrá encontrarla.

Todos los vientos
se establecen
en la mirada del verdugo.

Códigos
destinados a la brutalidad.

Mano sin alma
con voluntad
de fiera sangrienta.
y mirada asesina.

Antonio Martínez i Ferrer

2 comentarios:

Abelardo Martínez dijo...

Mientras otros piensan en floreal sus historiales, medrar en este o en el otro acto y salir en esta o aquella foto, acaparando atenciones; aquí siempre encuentro la poesía auténtica comprometida, donde el único protagonista es el oprimido y los muros que aun quedan en el mundo.
Un fuerte abrazo Antonio

Antonio Martínez i Ferrer dijo...

Querido Abelardo, en ese espacio es en donde han de estar puestas las miradas. El mundo está falto de humanidad y de justicia. Antonio.