jueves, diciembre 29, 2011

Mazorcas: María Teresa Fiero Fernandez


Miguel Ángel Curiel


Luminarias


¿Cuánto tiempo hace que no escribes una carta a mano? Postales si. Los viajes ya no se narran. No se hace de ellos una aventura única y personal. También desaparecen las postales y los viajes. Desaparecen las palabras, los sueños del hombre. Escribir para salvar a alguien. Un texto que salve, una carta dirigida al poder con el único fin de salvar a alguien, y casi nunca se obtiene resultado. Las palabras no querían chocar, querían ser resolutivas y más humanas que lo humano. Después queda un largo silencio, una memoria de lo imposible. Veo como se desliza la oruga por su hilo. Sostenernos o caer nosotros de esa misma manera, con el hilo invisible de nuestras palabras, al momento de que las vamos disolviendo. Las palabras provocan en nosotros una sustancia de amor.


No hay comentarios: