jueves, agosto 22, 2013

Miguel Ángel Curiel




Mezcla: José de Togores


Miguel Ángel Curiel

LUMINARIAS

Mezclar sal y azúcar. Mezclar tu silencio con el de la montaña. Lo dulce-salado del lenguaje no es más que señal de desesperación. Señal de que no se puede llegar muy lejos con él, y de que acaba cuando busca la belleza y la verdad en la extravagancia. Ese mezclar sal y azúcar, y ya no poder hacer nada por separarlas. Una vez lo hice cuando era joven. Mezclé la sal y el azúcar. Había dos montones separados el uno del otro por apenas dos cuartas. No se sabía cual era el de azúcar y cual el de sal. Sólo probándolos podíamos saberlo. Pero no quise probar. Mezclé los blancos y el sabor era dulcesalado.

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